jueves, 15 de septiembre de 2011

El vecino traidor



Siempre he pensado en la gran ventaja que es ver al enemigo venir de frente. Una vez superado el susto, uno tiene la oportunidad de pegar un salto y retirarse del camino a tiempo. Pero ¿qué hacemos cuando alguien acecha sigilosamente desde una esquina y aprovechando nuestro descuido da un salto y ¡ZASSSSSSS! cae sobre nosotros y nos derriba?.

Pues bien, los vecinos por estas latitudes pueden pertenecer a este último género, al de acoso y derribo y para qué vamos a negarlo, la embestida de un vecino furibundo puede ser peor que el ataque de un oso pardo, aquí y allá.

El caso es que una pareja andaluza se vino a Colonia con uno de esos contratos laborales de ensueño. Nada más llegar, se buscaron una casita con jardín en una de las zonas más tranquilas y campestres de la ciudad. En el jardín colocaron una caseta para Toby, su perro y le dejaron allí, día y noche, noche y día, a su aire, porque los perros también necesitan su espacio, o no?.

El caso es que un día les despertó el cartero, que traía una carta certificada.
Toby ni ladró ni salió de su caseta, obviamente seguía a su aire.

Los Sánchez abrieron el sobre nerviosos y ¡ZASSSSSSS! algo les cayó encima, les golpeó, les derribó al suelo, metafóricamente, quiero decir. El vecino de enfrente, el de la casa más pequeña les había denunciado! Y ¿por qué, pourquoi, why, warum? se preguntaron.

¡Toby!, era por Toby gritaron a una! Y sí, era por Toby.

¿Cómo era posible, había pensado el vecino traidor, que esta pareja de desalmados tuvieran al perro durmiendo a la intemperie y sin calefacción en la caseta? Les había monitoreado durante semanas, y aquello no podía ser, había corrido a poner una denuncia y tendrían que declarar en la comisaría. (No sé si ellos se lo preguntaron, pero yo me lo pregunto todavía, ¿cómo había podido constatar aquel individuo que dentro de la caseta no había calefacción? ¿Había metido la cabeza? ¿Se lo habría contado Toby?)

Los Sánchez que de tontos no tienen ni un pelo, han enviado al perro de vuelta a Andalucía, no sea que al final vayan a perder la custodia y vaya a un centro de acogida, donde las casetas sí tienen calefacción, doy fe de ello.

La historia suena a cuento, verdad? Pues siento desilusionaros, es real como la vida misma.

Pero igualmente real es que en Alemania las temperaturas invernales pueden llegar a los 20 grados bajo cero y la capa de nieve acumulada en calles y jardines puede ser de hasta un metro. Los inviernos son duros, los árboles han perdido sus hojas, el césped está ralo, quemado. El exterior no es el mejor lugar para vivir. Y sí, los perros que duermen en casetas, no conozco muchos, tienen incorporada una pequeña calefacción.

Ahora que cada uno piense lo que quiera. Amén.

6 comentarios:

Carles Codina Calm dijo...

Hoy he descubierto tu blog, primero sencillamente decirte "...que me gusta".
Y sobre lo que dices en esta entrada, da la casualidad que esta semana el semanario die Zeit, habla de donde hay más disputas judiciales entre vecinos, no lo he leído solo lo he hojeado y parece que donde hay más disputas es en las zonas rurales, y el Nordeste de Alemania.
Vivimos en una sociedad donde se ha perdido la capacidad de hablar para solucionar los problemas, se recurre a los tribunales o a la policía, antes de tener un simple intercambio de opiniones.
No sé ,si es igual por Colonia pero una de las primeras cosas que me enseño mi mujer alemana al llegar a Berlin es que por ejemplo entre la 1 y las 3 de la tarde o más tarde de las 8 de la tarde no podía usar el aspirador, un taladro o cualquier chisme que hiciera un exceso de ruido, sino, podía provocar las iras de algún vecino y si persistía, podía ser que incluso llamase a la policía,.. No hace mucho eran las 7 de la tarde pasadas, pero aún no eran las 8 cuando oí en un piso que ahora reforman, como parecía que rompían algo a mazazo limpio y hacían podemos decir ruido (en España sería de risa) y al cabo de poco, un voz estentórea de mujer, que no reconocí en alemán diciendo que dejaran de hacer ruido a esas horas, que sino avisaba a la policía,.. y dejaron de hacer ruido,... :-)
En lo de los animales, no sé si tiene razón estos vecinos, la verdad es que yo no dejaría un perro en el jardín, aquí en Alemania, pero también pienso que hay una cierta hipocresía en la sociedad actual, hay gente que puede mover cielo y tierra por un animal doméstico y a la vez son incapaces de mover un solo dedo por un ser humano que se muere de frío en un portal de una casa,..
Saludos desde Berlín

Demián dijo...

Es muy simbólico lo que cuentas y opiniones habrá de todo tipo, porque somos tan ásperos con el vecino y tan magnánimos con el perro, cada día más comprensivos con el medioambiente y más descorteses con los semejantes, caricias y mimos para los animales y nos cuesta soltar una sonrisa con el que está delante en la cola.
Más respeto, aunque haya menos formas, y mayor sentido común. Esa es mi idea.
Saludos y ¡abrígate! que llega el invierno

estepan dijo...

Celia, sencillamente precioso lo que has escrito y cómo lo has escrito.. bueno como casi siempre :))))))))))))

miguel dijo...

Querido primo yo te digo,
vente pa Bilbao... la la ra...

Anónimo dijo...

Acabas de descubrir:
1) El arte de la denuncia en Alemania.
2) El ciudadano policía alemán.
3) La causa de que un buen "puñado" de alemanes tenga un seguro mensual con derecho a uso de abogado por módico precio.

Suspira un par de veces, y plánteate poner un seto muy alto en tu jardín... o no..porque es probable que vaya contra algún reglamento vecinal, de la comuna o del Kreis de la zona.

Paciencia.

Saludos desde un pueblo vecino.

Celia Ruiz dijo...

Hola Carles,

yo pienso que en esta sociedad (y en otras, supongo) hay muchas contradicciones. El hecho de solidarizarse tanto con el destino de un perro, provocando a la vez un grave conflicto a un vecino.

Cuando me contaron la historia pasé de un lado al otro sin parar en el medio, primero me horrorizó el "espía" pero luego no pude más que posicionarme del lado de aquel pobre animal.

Y sí, con el ruido vecinal tienes razón, pero a mí lo que me mata es cuando empiezan a las 7 de la mañana del sábado a cortar el césped comunal, brrrrrrr

Bienvenido al blog!


Demián,
me quedo con más respeto, más formas y más sonrisas, sobre todo eso.

Vecino anónimo,
el seguro del abogado es tan importante como el médico y a veces se usa más. Bienvenido al blog

Estepan y Migueltxo,
Un abrazo hasta Bilbao